Me detienen en la Ciudad de México, afuera de la oficina, cuando me dirigía a comer, y me informaron que me trasladarían a Torreón. Esto me desconcertó demasiado porque nunca había estado en Torreón. Al llegar a la fiscalía de la Ciudad de México, y una vez que me permitieron hablar con mis abogados, les pregunté si existía algún trato en Coahuila, y me dijeron que no se tenía nada.